El ADN responde a la frecuencia...
Cientificos reconocen que existe un segundo codigo de ADN secreto que controla los genes.
El fascinante y reciente hallazgo de un nuevo segundo código de ADN concede una mayor credencial a la postura que los metafísicos vienen defendiendo durante milenios: el cuerpo habla dos lenguas diferentes.
Desde que se descifrara el código genético en los años 1960, los investigadores asumieron que servía exclusivamente para escribir información sobre las proteínas. Sin embargo, los biólogos sospecharon durante años que se producía cierta herencia epigenética a nivel celular. Los diferentes tipos de células de nuestro cuerpo lo ejemplifican a la perfección: las células cutáneas y las células cerebrales tienen diferentes formas y funciones a pesar de que su ADN es idéntico.
NO EXISTE EL ADN BASURA
El genoma humano cuenta con al menos cuatro millones de interruptores genéticos que residen en fragmentos de ADN que en su día fueron considerados como “basura”. Ahora resulta que el denominado ADN basura desempeña un papel clave en el control del comportamiento de las células, los órganos y otros tejidos. El descubrimiento, considerado un hallazgo médico y científico de importancia capital, tiene enormes implicaciones para la salud y la conciencia humanas, ya que muchas enfermedades complejas están mediadas por cambios mínimos en cientos de interruptores genéticos.
A medida que los científicos se adentraban en la “basura” — partes del ADN que no constituyen genes que contienen instrucciones para las proteínas — descubrieron un complejo sistema que controla los genes. Al menos el 80 por ciento de este ADN está activo y es necesario. El porcentaje restante tiene funciones superiores que los científicos aún están descodificando.
El código genético emplea un alfabeto de 64 letras denominadas codones. El Dr. Stamatoyannopoulos y sus colaboradores quedaron impresionados al descubrir que algunos codones, a los que llaman duones, pueden tener dos significados. Uno describe cómo se estructuran las proteínas, y el otro indica a las células cómo controlar los genes.
El recién descubierto código genético en el interior del ácido desoxirribonucleico, el material hereditarioque existen en prácticamente todas las células del organismo, estaba escrito justo sobre el código del ADN que los científicos ya habían descodificado.
CONTROL DE LOS GENES
En lugar de ocuparse de las proteínas, este código se encarga de indicar a las células cómo controlar los genes. Este descubrimiento significa que los cambios o mutaciones del ADN que se producen con la edad o en respuesta a cambios vibracionales dentro del ADN podrían tener implicaciones que van más allá de lo que se pensaba.
“Durante más de 40 años, hemos dado por hecho que los cambios en el ADN que afectan al código genético únicamente influyen en cómo se estructuran las proteínas”, declaró el autor John Stamatoyannopoulos, catedrático de la Universidad de Washington en ciencias genómicas y medicina.
“Muchos cambios en el ADN que parecen alterar secuencias de proteínas, podrían en realidad causar enfermedades al interrumpir programas de control de genes.”
Estos dos significados parecen haber evolucionado en sintonía. Las instrucciones para el control de los genes ayudan a estabilizar ciertos rasgos beneficiosos de las proteínas y cómo estás se conforman.
EL ADN RESPONDE A LA FRECUENCIA
El biofísico y biólogo molecular ruso Pjotr Garjajev y sus colaboradores estudiaron el comportamiento vibracional del ADN. Ellos consiguieron modular ciertos patrones de frecuencias en un rayo láser, y con él influyeron sobre la frecuencia del ADN y la propia información genética.
Esto explica de forma científica por qué las afirmaciones, la hipnosis, la programación neurolingüística y abordajes similares pueden tener potentes efectos sobre nuestro organismo. Es totalmente natural que nuestro ADN reacciones a la frecuencia. Mientras los investigadores occidentales cortan genes individuales de las cadenas de ADN y los insertan en otras partes, los investigadores rusos trabajan en dispositivos que pueden influir sobre el metabolismo celular a través de radiofrecuencias y frecuencias de luz moduladas, y así reparar defectos genéticos.
El grupo de investigación de Garjajev incluso consiguió capturar patrones de información de un ADN particular y transmitirlo a otro, reprogramando así las células a otro genoma. Por ejemplo, transformaron embriones de rana en embriones de salamandra solamente transmitiendo los patrones de información del ADN. De esta forma, se transmitió toda la información sin los efectos secundarios o desequilibrios que se producen al cortar e insertar genes individuales del ADN. Este experimento pone de manifiesto el enorme potencial de la genética de ondas, que obviamente tiene más influencia sobre la formación de los organismos que los procesos bioquímicos de las secuencias alcalinas.
Fuente: The Mind Unleashed. Traducción original de Christian Simón Bueno
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