MORALEJA PARA LA EDUCACION PARA LA CIUDADANIA.
“VALIENTE SINVERGÜENZA EL PADRASTRO DE IVAN”
CONVERSACION CON CINCO JOVENES EN UN JARDIN CUALQUIERA.
HISTORIA VERIDICA EN UN OCTUBRE DE 2007.
Bon día. Buenos días fueron mis palabras al observar con qué esmero y profesionalidad estudiantil, un joven con deficiencia mental hacia su trabajo.
Eran aproximadamente las once de la mañana.
Fue una charla imprevista, rápida y tan curiosa, que mi sorpresa, merece que pueda ser escuchada.
En mi introducción de profesor, observé que de los cinco, había uno, que….¿porqué, estaría en ese grupo?
Se llamaba Iván, 19 años, alto y sensible, educado y con falta tal vez de contar, lo que se atrevió a contarme.
A sus nueve años, por una separación de sus padres, el padrastro, le obligaba a Iván a callarse ante los maltratos que recibían tanto él como su madre.
Éramos cinco personas oyendo lo que tenía que contarnos; fueron cinco minutos, pero dignos de haber sido grabados. Los compañeros también hicieron algún comentario. Uno de ellos se expresó diciendo: a mí también me han pegado e insultado mucho.
El más protagonista de los cinco, porque habló más, contó que el padrastro le ataba con cuerdas y cadenas, le escupía, le humillaba.
Al parecer poca ayuda tuvo de buenos pedagogos que apreciasen el dolor que le acompañaba, -comentaba Iván-. Y ni que decir tiene que sobran comentarios. Y acabó diciendo…y gracias que tengo a mis abuelos.
Mi consejo mediático y casi terapéutico fue que luchase, que pensara que podía conseguir metas.
Sólo fueron como 15 minutos.
Y pienso, -que valiente sinvergüenza era el padrastro de Iván-
El costumbrismo de hoy, es para que la nueva educación de la que quieren apellidar, educación para la ciudadanía…respeten al niño, le formen en valores de moralidad y dentro de la normalidad.
Son de atrocidad en pedagogía las camufladas indecencias que se están introduciendo.
Y doy gracias a Dios, sí a Dios, por las monjas que tuve de pequeño. Por mis padres. Por poder leer ya con cinco años, consejos de Escribaá de Balaguer, en un libro que se llamaba Camino, y que leía junto a cuentos de Calleja, de ésos que anuncian en la tele ahora…y de lo evangelios… y por oir los consejos de mis abuelos,.
Y recuerdo a mi maestro Don Joaquín Ruano, que los viernes por la tarde contaba las parábolas, historias que me cautivaban, y que lo siguen haciendo.
Y sostengo con decisión que doy gracias a Dios por no haberme informado con las directrices actuales…que por leyes no lo son, y si lo son por leyes, de conciencia no lo son.
Y de seguir así la nulidad ética, y moral, y etc… van a salir padrastros como el del titular a mansalva.
Y como moraleja…”valiente sinvergúenza el padre de Iván”
Antonio Martinez de Ubeda
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