SE TRATA DE UNA CONMOVEDORA HISTORIA SOBRE LA INICIACIÓN,NARRADA CON EL LENGUAJE DEL CORAZÓN,FABÚLA QUE FORMA PARTE DE LA TRADICIÓN DE LOS INDIOS NORTEAMERICANOSRATÓN-QUE-SALTAÉrase una vez un ratón que vivía con su comunidad en el campo. Un día, el ratón escuchó un sonido y fue hasta el borde mismo del campo de ratones, ya cerca del bosque. Se levantó sobre las patas traseras y escuchó el sonido de nuevo. Mientras escuchaba, un mapache se acercó y le tocó en el hombro. Le dijo, oye, ratón, ¿qué haces aquí, fuera de tu campo?. El ratón le contestó: estoy escuchando un sonido extraño. El mapache le dijo: yo te puedo decir lo que es eso. Lo que oyes es el gran río. Escucha... el río.Ah, ¡este sonido es el gran río!. Y el mapache dijo: sí, y yo puedo llevarte hasta allí, sólo tienes que seguirme.Entonces el ratón marchó con el mapache a través del bosque y se fueron acercando cada vez más al gran río. Y cuando se acercaron tanto que ya podían ver el río, vieron pasar flotando pedazos del mundo grandes y pequeños. Y el río era tan grande que alcanzaba a ver la otra orilla. ¡Qué medicina tan maravillosa!.El mapache dijo, debo dejarte aquí, tengo que buscar comida para mis crías. Pero mira, ahí está la rana en el río. Ella cuidará de ti. Y era verdad, sobre una hoja de nenúfar del río se encontraba la rana. El ratón se acercó a la orilla y le gritó a la rana: ¿no tienes miedo, ahí en el medio del gran río?No, dijo la rana, no tengo miedo porque soy la guardiana del agua. Y cuando la medicina del invierno llega a helar las aguas del río, puedo vivir debajo del hielo. Porque yo conozco tanto lo de encima como lo de debajo del agua.¡Qué criatura más maravillosa es esta rana!, pensó el ratón.Dime, dijo la rana. ¿Quieres tener poder de medicina?. Para ello sólo has de agacharte ahí donde estás y saltar lo más alto que puedas.Entonces el ratón se agachó al lado del río y saltó bien alto, y cuando estaba arriba del todo tuvo una visión increíble. Entonces cayó al agua, pero como no sabía nadar tenía miedo. Casi en la orilla, le gritó a la rana: ¡me has engañado!Pero la rana le contestó, no, ratón, no estás herido. Dime, ¿qué has visto? Y el ratón contestó: ví la montaña sagrada.Es cierto, y ahora tienes un nuevo nombre. Ahora eres el ratón saltarín. Gracias, dijo el ratón. Ahora debo volver a mi campo de ratones y decirle a todo el mundo, a todo el círculo, lo que he visto. Y corrió hasta el campo de ratones. Pero cada vez que intentaba contarle a los otros ratones su visión sobre el gran río o sobre la montaña sagrada, los ratones le decían: olvídate de eso. Deberías ocuparte de los asuntos de ratones, recogiendo semillas y nueces. Quítate esas cosas de la cabeza. Y vieron que estaba mojado y pensaron que estaba envenenado. Creían que un animal venenoso había intentado comerlo y luego lo había escupido.Entonces el ratón se fue hasta el mismo límite de la pradera, en dirección a la montaña sagrada, tomó un par de profundas respiraciones para reunir gran coraje, y empezó a correr a través de la pradera hacia la visión de la montaña.Y corrió hacia el oeste, hacia la montaña. Y todo el tiempo tenía miedo porque había águilas sobrevolando y no había hierba alta donde esconderse, no había ningún escondrijo. Tenía miedo de que un águila bajara y se lo comiese. Al final encontró un lugar para esconderse, bajo un arbusto de cereza silvestre negra. Y allí descansó y comió algunas semillas. De repente se encontró una ratona de la pradera abuela enorme. Y ella le dijo: ratoncito, quédate conmigo, este es un sitio maravilloso para vivir.El ratón le preguntó a la gran abuela ratona: ¿conoces el gran río y la montaña sagrada? Ella le contestó: sí, y no. Hay un gran río, pero no existe ninguna montaña sagrada. Debes olvidarte de eso ahora. Este es un buen lugar para quedarse, a salvo de las águilas. Desde aquí podrás ver a todas las criaturas de la pradera, pero las águilas no te verán. Quédate.El pequeño ratón saltarín dijo. ¿Cómo puede decirme esto? ¡Debo continuar mi búsqueda! Así que, después de descansar un poco, el ratón empezó a correr de nuevo. Se fue corriendo hacia el oeste.Entonces llegó a unas grandes rocas detrás de las cuales podía esconderse de las águilas. Pero una de las grandes rocas no era una roca, respiraba con un sonido muy pesado. El ratón se giró y vio que tenía una cara enorme, era un búfalo. Pero el búfalo estaba enfermo, se estaba muriendo. El pequeño ratón saltarín dijo, gran hermano búfalo, ¿hay algo que pueda hacer para ayudarte? Sólo soy un pequeño ratón pero quizás pueda ayudarte.Y el búfalo le contestó: la única medicina que me puede sanar es el ojo de un ratón. El pequeño ratón se quedó petrificado, pero dijo, si mi ojo puede curarte, te daré mi ojo. En ese momento el ojo salió de su cabeza, dejándole sólo con un ojo para ver. Y el búfalo se levantó fuerte y sano.El búfalo dijo: hermano ratón, sé de tu viaje a la montaña sagrada porque soy tu guía. Métete bajo mi vientre y yo te llevaré allí, a salvo de las águilas. Así que ahora el ratón, bajo el vientre del búfalo, empezó a correr hacia la montaña sagrada...Y corrieron y corrieron hasta la ladera de la montaña. El búfalo dijo: tengo que volver, hay otros a los que debo guiar.El ratón comenzó a subir por las tierras bajas hacia la montaña sagrada. Después de un tiempo, llegó hasta un saliente muy alto desde el que había una gran vista. Y allí estaba, sentada, una loba. Pero la loba miraba fijamente sin ninguna expresión en su mirada y el ratón la miró a los ojos y le dijo: hermana loba, hermana loba.La loba en ese momento recordó, y dijo sí, soy loba, soy loba. Y de nuevo se perdió en ella misma. ¡Tiene una enfermedad en su mente! El ratón dijo, ¿hay algo que pueda hacer para ayudarte?. Sólo soy un pequeño ratón, pero si puedo darte mi ojo para sanarte, te lo daré, aunque ya sólo me quede un ojo.En ese momento el único ojo del ratón salió de su cara y la loba se puso fuerte y sana. El ratón no pudo ver las lágrimas que corrían por las mejillas de la loba cuando dijo: hermano ratón saltarín, eres un gran hermano para mí. Sé de tu búsqueda de la montaña sagrada. Yo soy tu guía para llevarte al lago del espejo que está en el medio de la misma cima de la montaña. Y en este lago se refleja todo, el pasado, el presente y el futuro. Así que sígueme, agárrate a mi cola y, como no puedes ver, según viajamos te iré diciendo las visiones que haya durante el viaje.Y así, juntos, el ratón y la loba subieron por la montaña hasta que llegaron al lago del espejo. Allí el ratón saltarín supo que la loba debía volver para ayudar a otros a llegar hasta allí. La loba dijo: me quedaré tanto tiempo como quieras. Pero el ratón dijo: yo ya he llegado a mi destino. Debes irte ahora. Ha llegado mi momento para estar solo.El ratón saltarín se sentó a la orilla del lago del espejo, en la misma cima de la montaña sagrada, y sabía que ahora no tenía protección alguna contra el águila. Y esperó. Oyó el grito de un águila por encima. Hacía círculos y más círculos sobre él, y se fue acercando al ratón. Conforme se acercaba, el ratón saltarín sintió cómo se le erizaban los pelos de la espalda, a la espera de que las garras del águila le golpearan.Entonces oyó una voz. La voz dijo: ratón saltarín, ¿quieres tener poder de medicina? Era el sonido de la voz de la rana. El ratón saltarín dijo: sí, quiero poder de medicina ahora. La rana le dijo: agáchate lo más que puedas y salta lo más alto posible. El ratón se agachó y sintió cómo el águila lo cogía y lo elevaba hacia el cielo. Y mientras subía sintió una visión en sus ojos, primero borrosa, pero luego cada vez más clara. Allí abajo, en el lago, estaba la rana.Y la rana estaba diciendo: no tengas miedo, ratón saltarín, sólo tienes que cogerte al viento, agárrate al viento. Ahora tienes un nuevo nombre, ahora eres águila. Hicieron círculos y más círculos y vieron la pradera y el campo de ratones del que procedía.CADA UNO DE NOSOTROS HA LLEGADO A SU MOMENTO DE VERDAD.IGUAL QUE RATÓN-QUE-SALTA COMENZAMOS LA TRAVESÍA DE LA BUSQUEDA INTERNA BASTANTE PERPLEJOS; NOS LLEVA ALGÚN TIEMPO CONFIAR EN LOS DICTADOS MÁS PROFUNDOS DE NUESTRO CORAZÓN Y SUPERAR LAS EXPECTATIVAS,LAS PALABRAS,LOS PENSAMIENTOS Y LAS EMOCIONES HASTA ALCANZAR EL SILENCIO QUE MORA EN EL CENTRO DE NUESTRO SER.QUE EN ALGÚN PUNTO DE ESTE VIAJE TE ENCUENTRES A TI MISMO ¡ QUE TU CORAZÓN SE ABRA Y TU ESPIRITU SE ELEVE COMO EL ÁGUILA!
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